Caribes de Anzoátegui no ha tenido -hasta ahora- la campaña arrolladora que se esperaba, dado los estupendos elementos que se combinan en su roster.
Sin embargo, en los días más recientes, desde la semana anterior, el torpedero Kevin Vicuña -entre un grupo de jóvenes, en los que también se apuntan los jardineros José Azocar y Eduardo Díaz- comienza a captar miradas y a despertar comentarios inspirados en su desempeño.
Vicuña aprovechó problemas físicos del grandeliga Diego Castillo para exhibir en el terreno las herramientas de su talento.
Durante la sexta semana, protagonizó un excitante período con el bate, que combinó muy bien con grandes intervenciones con el guante.
El pasado viernes en Maracaibo, estableció un nuevo tope personal al sonar de 4-4 y anotar trío de carreras. En sus últimos turnos anda de 15-9 con tres dobles, un triple, seis anotadas y cuatro remolcadas. Con average de .302 puntos en la campaña, se gana la confianza del exigente mánager Omar López.
“La culpa la tiene el pescado frito de Puerto La Cruz”, soltó al circuito radial de Caribes cuando le inquirió sobre su buena actuación. Pero más allá de esta simpática salida, que lo define como un joven de buen humor, Vicuña va de inmediato a lo suyo.
“Nunca he dejado de confiar en mí. Trabajo a diario. Cumplo una rutina de trabajo bien disciplinada. En el aspecto ofensivo me fajo bastante fuerte. Para mi es fundamental trabajar en pro del equipo. Los logros personales van en segundo plano. La mejor recompensa es ver ganar a tu equipo. Significa que aportaste y lo hiciste bien.
Por ello, hay que buscar las victorias. En esta segunda parte del torneo buscaremos la clasificación. De obtenerla, se verá reflejada la calidad de nuestro trabajo diario. El equipo está optimista y no perdemos el objetivo de alcanzar el título», expresó el eficiente campocorto, quien se despidió del mismo modo como comenzó la conversación: “Corocoro frito de preferencia, por favor”.
EL DATO
Kevin Vicuña y el lanzador David Martínez llegaron a Caribes de Anzoátegui el 17 de noviembre de 2020, como parte del cambio que envió a Alexi Amarista a los Tigres de Aragua.
