Estados Unidos

Fallece a los 94 el periodista «Felo» Ramírez que narró el hit 3.000 de Clemente

Miami (EE.UU.), 22 ago (EFE).- El béisbol de las Grandes Ligas esta hoy de luto al conocerse el fallecimiento a los 94 años del periodista cubano Rafael «Felo» Ramírez, el profesional que narró por radio el hit 3.000 del legendario pelotero boricua Roberto Clemente y fue exaltado al Salón de la Fama del béisbol.

El equipo de los Marlins de Miami, equipo para el que trasmitió también por radio sus partidos, dio a conocer el deceso de Ramírez, que fue siempre la voz radial para el mercado hispano de Estados Unidos durante más de tres décadas.

Ramírez, quien falleció el lunes por la noche, comenzó su carrera como comentarista en 1945 en Cuba, y luego llegó a transmitir 31 Series Mundiales y Juegos de Estrellas en español.

También se convirtió en comentarista en español de los Marlins desde la primera temporada del equipo en 1993 y fue exaltado al Salón de la Fama en Cooperstown en 2001.

«La organización de los Marlins está sumamente triste por la pérdida de un gran amigo, un comentarista miembro del Salón de la Fama y un símbolo de la comunidad», destacaron los Marlins en un comunicado.

«Desde nuestra primera temporada, él transmitió prácticamente todos los momentos mágicos en la historia del equipo para varias generaciones de fanáticos. Una verdadera leyenda de la radiodifusión, Felo prestó su voz a más de 30 Series Mundiales y Juegos de Estrellas y nunca se olvidarán sus extensas contribuciones a nuestro juego», subraya el comunicado.

El profesional cubano, «Felo», como era conocido comúnmente, estuvo hospitalizado desde que se golpeó la cabeza por una caída el 26 de abril mientras bajaba de un autobús de los Marlins durante una serie en Filadelfia.

Pasó dos meses en un hospital en Delaware antes de ser trasladado a Miami, donde continuó su recuperación.

Entre sus narraciones más famosas están la del imparable 3.000 del ídolo puertorriqueño Clemente, y el jonrón 715 de Hank Aaron, dos auténticas leyendas y símbolos dentro del béisbol de las Grandes Ligas.

Su voz también se escuchó en el momento emotivo del jonrón que pegó el segundo base Dee Gordon cuando los Marlins volvieron al campo de juego tras el fallecimiento de pelotero estelar, el cubano José Fernández, quien tenía a Martínez como si fuese su abuelo.

«Felo» no era alto, pero su baja estatura contrastaba con su voz fuerte y su fama entre la comunidad rafiofónica, donde era conocido por su estilo expresivo pero discreto y su característica expresión «Essstrike».

Cookie Rojas, exjugador y piloto en Cuba y en las ligas mayores, dijo alguna vez que Ramírez era admirado por los aficionados al deporte que lo escuchaban en español.

«Cuando oías a Felo Ramírez narrar un juego, al instante sabías que era Felo Ramírez», declaró Rojas, un exlocutor de televisión en español para los Marlins. «Su voz fue una de las más agradables y famosas. La influencia de ‘Felo’ en los latinoamericanos en Estados Unidos es indudable».

Ramírez tuvo su gran oportunidad cuando consiguió un trabajo en 1950 con la Gillette Cavalcade of Sports, que lo introdujo en el béisbol de las Grandes Ligas.

The Cavalcade transmitía en inglés y español el juego de béisbol de la semana y las peleas de boxeo. Mientras los radioescuchas estadounidenses oían a Mel Allen y a Red Barber, más de 200 estaciones de radio latinoamericanas transmitían la narración de Ramírez y su compañero Buck Canel, quien luego sería incorporado también al Salón de la Fama.

Ramírez abandonó Cuba a principios de la década de 1960, después de la revolución de Fidel Castro.

Otra leyenda del béisbol de las Grandes Ligas y cubano, Tony Pérez, miembro del Salón de la Fama como primera y tercera base, destacó que recuerda haber escuchado con su padre en Cuba cómo narraba los juegos Ramírez. Pérez es ahora asistente especial de los Marlins.

«Fue un gran hombre y todos lo amamos», declaró Pérez, antes de agregar que Ramírez siempre estaba hablando de béisbol. «Nunca quiso dejar de hacerlo, quería seguir narrando juegos y viajar».

Cuando Don Larsen lanzó un juego perfecto para los Yanquis en la Serie Mundial en 1956, Ramírez narró con gran emoción los últimos cuatro episodios, describiendo cómo el legendario receptor Yogi Berra saltó a los brazos de su lanzador.

Ramírez también estuvo allí el día en que Clemente obtuvo su último hit. Cuando Aaron logró su jonrón 715 en 1974, Ramírez y Canel estaban transmitiendo desde el techo del estadio del condado de Atlanta Fulton. Esa narración se consagró en Cooperstown.

Entre octubre y febrero, Ramírez transmitía los juegos de las ligas profesionales puertorriqueñas y venezolanas, un compromiso que duró más de 30 años.

Cuando los Marlins de Florida surgieron en 1993, Ramírez consiguió rápidamente el trabajo. Cuatro años después, Ramírez narró cuando los Marlins ganaron la primera Serie Mundial, otro hito profesional del que siempre dijo sentirse orgulloso y feliz.

Con la partida de «Felo» Ramírez, el béisbol perdió a un gigante del micrófono, un icono internacional que ayudó a propagar el juego en español alrededor de todo el mundo durante seis décadas.

Ahora, el mundo del deporte llora su partida, pero también recuerda y celebra la gran trayectoria profesional y personal de «Felo» Ramírez, quien nació en Bayamo, Cuba, y creció escuchando juegos de pelota en la radio.

En 1945, el padre de Ramírez estaba convencido de que su hijo podía ser un gran abogado, pero los amigos de «Felo» lo convencieron a solicitar un trabajo con Radio Salas en La Habana y a partir de ahí nació su leyenda dentro del deporte del béisbol.

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